lunes, 26 de febrero de 2018

De cerca: Joel Indermitte.



- Defensa con un porvenir esperanzador que, pese a su juventud, ya ha jugado en bastantes clubes, empezando por curtirse en las filas menores del Flora Talinn y después jugar para otros equipos como el Warrior Valga, Tulevik Viljandi y Paide Linnameeskond, entre otros. Sorprendentemente llegó a jugar en España, aunque en la Tercera División con el Atarfe Industrial.

Como internacional, Joel Indermitte ha estado participando en todas las categorías juveniles de la selección estoniana, empezando por el equipo Sub-17 hasta conseguir jugar para la plantilla del equipo de mayores en 2011.
Lo extraño es que después de su paso por el Kuressaare no volvería a jugar para el equipo nacional, ya que su carrera iría en un claro declive que le produciría cierta inestabilidad sin poder destacar en la Meistriliiga como en sus mejores años.

Indermitte nació el 27 de diciembre de 1992 en la capital de Tallin (Estonia). Desde bien joven comenzaría a jugar al fútbol, ingresando en el F.C. Kotkas, con el que ya sorprendería a muchos antes de entrar a formar parte de la cantera del Flora.

Por entonces jugaba como delantero, siendo una gran amenaza para las defensas por sus fuertes disparos, desmarques y poderosos remates de  cabeza. En el juego aéreo destacaba sobre todo por su estatura de 1´92 cm.
Lo que es la vida. Joel pasó de marcar goles a evitarlos, pues durante su etapa como profesional empezaría a desempeñarse como defensa central. Como zaguero consiguió sorprender a muchos por sus duros marcajes y buen manejo de las dos piernas, algo muy inusual en los jugadores de retaguardia. Su ventaja fue la de haber sido atacante anteriormente.

Salió del sistema juvenil del Flora en 2008 para debutar como profesional en el Warrior Valga. Al año siguiente retornó al Flora, pero no tenía sitio en la primera plantilla y acabó jugando para el equipo filial, de donde nuevamente saldría cedido, esta vez al Elva.

A partir de 2010 cambiaría mucho la carrera de Joel Indermitte. Viljandi fue una ciudad que cambió su vida. Allí empezó a jugar para el Tulevik con el que tuvo treinta apariciones en la Meistriliiga, en la que además haría dos goles.
Volvió a Valga para jugar a modo de préstamo durante media campaña, pero el resto del curso 2010\11 lo jugaría para el F.C. Viljandi. En este club destacaría como uno de los mejores defensas del campeonato, lo que bien le valió para empezar a jugar para el equipo absoluto de Estonia. Después de 69 y seis goles, Joel se marchó al Kuressaare.

En la escuadra de Saaremaa estuvo durante una campaña manteniendo el buen nivel de antaño. Participó en 35 partidos más de la liga estoniana y añadió tres goles más a su cuenta particular. Esa sería su última gran actuación en el mundo del fútbol pues, a partir de ahí, no lograría establecerse en ningún club, así como las lesiones también hicieron mella.

Tuvo una discreta campaña con el Paide Linnameeskond antes de viajar a España para probar suerte en el Artafe Industrial. No tuvo mucha suerte con el club granadino en la categoría de bronce española, ya que solo pudo jagar un partido. Al menos dejó un gol de recuerdo.
Indermitte volvió a Estonia y lo hizo para reincorporarse al Paide Linnameeskond, aunque a causa de su mala forma no tuvo ninguna aparición. Actualmente se halla en el Tabasalu Charma, con el que espera recuperar el tiempo perdido.

Indermitte es expulsado durante un compromiso oficial en un partido entre Estonia y Dinamarca. 

- Parece mentira que un jugador que tuvo unos inicios tan prometedores se haya quedado sin opciones de volver a representar a su país, para el cual empezó jugando en las categorías menores, concretamente desde la sección Sub-17.

Después de pasar por las demás categorías, Indermitte tendría la gran oportunidad de jugar para el equipo absoluto de Estonia. Lo hizo en junio de 2011, para afrontar unos partidos amistosos frente a Chile y Uruguay. Él fue uno de los ocho hombres que debutaron contra Chile el 19 de ese mismo mes, partido que acabó con una derrota por 4-0.

viernes, 23 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Oleg Salenko?



- Ya no se ven jugadores así. El Club Deportivo Logroñés descubrió un día a un talento ruso que se inflaba a marcar goles con el Dynamo de Kiev. El Valencia comprobó de primera mano su talento realizador y aprovechó para llevárselo, y años más tarde reaparecería para jugar en Segunda con el Córdoba C.F.

Oleg Anatólievich Salenko (Оле́г Сале́нко) es muy conocido en España, pero también llegó en otras ligas, por supuesto. Compitió en las ligas de Escocia, Polonia y Turquía, después de destacar con el Zenit de San Petersburgo, equipo que se encargó de su preparación.
No era un delantero centro cualquiera. Tenía una habilidad tremenda para olerse los goles. Buscaba huecos de cualquier sitio y se marchaba de sus rivales con facilidad. Oportunista como ninguno, este atacante hacía goles hasta con la rabadilla. Era bueno por alto, por bajo, regateando y hasta casi sin moverse. Cuando lo vi por primera vez pensé que llegaría a jugar en equipos de más renombre.

Aún así, no se puede quejar de la trayectoria que tuvo, esa que le hizo internacional con las selecciones de la URSS, Rusia y Ucrania. Salenko nació en Leningrado (Rusia), el 25 de octubre de 1969, pero también posee la nacionalidad ucraniana.

Empezó formándose en la Academia Deportiva del Zenit (Smena Leningrad), en la que ya a mediados de los ochenta despuntaría claramente. Por esa razón ascendería al primer equipo en 1986, ya preparado para estrenarse en la liga soviética, en la que dejaría diez goles en sus tres primeros años como profesional.
Entre 1989 y 1992 jugaría para el Dynamo de Kiev, con el que viviría ese cambio soviético antes de nacer la liga ucraniana. Hizo 28 goles en sus poco más de 90 partidos, algo que sorprendió a muchos clubes extranjeros, que empezarían a ofertar por el jugador.

Salenko se fue a España para jugar en un superviviente de la Liga Española como el Logroñés. Debuto en la "Liga de las Estrellas" el 14 de febrero de 1993, en un partido celebrado en Balaídos frentes al Celta que acabó con 2-0 para los vigueses.

El delantero ruso no tardaría en demostrar su hambre de gol, ya que en la siguiente jornada anotaría su primer gol para el equipo de Las Gaunas, un tanto que sentenciaría el encuentro ante el Sevilla (2-0). Ese mismo año sumaría seis goles más para cerrar su medio año sorprendiendo a todos los medios por su facilidad de ver puerta.
Al año siguiente continuó en buena línea al anotar dieciséis veces en 31 partidos, por lo que el Valencia se haría con sus servicios tras contemplar que Oleg había completado un sobresaliente papel en la Copa del Mundo.

Sin embargo no cuajaría durante su estancia en el club de Mestalla. Razones extradeportivas harían que Salenko saliese por la puerta de atrás de la entidad valenciana, eso sí, habiendo registrado sus últimos siete goles en la Liga Española.

Se fue a Escocia para jugar en los Rangers de Glasgow pero no tardaría en regresar a España. Después de lucir su talento como goleador con los escoceses y en la liga turca con el İstanbulspor, comenzaría el extraño declive del atacante.
Al ruso no le quedó otra que empezar desde abajo. Fichó por el Córdoba a finales de los noventa y allí estuvo compitiendo en la Segunda División. Sus años de inactividad le pasaron factura y no pudo pasar de los tres partidos con la escuadra andaluza, con la que además no pudo hacer gol.

Las lesiones y su cabeza le obligaron a retirarse en la liga polaca. Aquel delantero que asombró en España acabaría raspando unos minutos jugando para el Pogoń Szczecin, con el que puso final a su carrera durante el curso 2000\01 a sus 32 años.

Salenko es el único jugador que ha marcado cinco goles en un mismo parido de la Copa del Mundo.

- Nadie debe olvidar que Salenko fue uno de los delanteros más efectivos que se han visto en España durante la década de los noventa. A esto hay que añadirle su repertorio internacional, en el que completó un historial de once goles en trece partidos jugados con las selecciones de la URSS, Rusia y Ucrania.

Todos los goles que hizo para la selección rusa los hizo en el único Mundial al que asistió, el de USA 94. En esta participación batió el récord de ser hasta entonces el único jugador capaz de marcar cinco goles en un mismo partido, en el partido de la fase de grupos frente a Camerún. Por si fuera poco, Oleg compartió la Bota de Oro con el búlgaro Hristo Stoichkov al acabar ambos delanteros como máximos goleadores del campeonato con seis goles.

miércoles, 21 de febrero de 2018

De cerca: Ilya Aleksievich.



- Empezó a jugar en una selección con jugadores de la talla de Aliaksandr Hleb, Kornilenko, Rodionov y Kalachev, entre otros. La mayoría ya eran internacionalmente muy conocidos, mientras que Ilya solo era una joven promesa del fútbol bielorruso que hasta entonces había competido con los niveles menores.
Desde entonces comenzaría a sumar internacionalidades con el equipo absoluto, aunque poco a poco se fue cayendo de las convocatorias sin pasar de los nueve partidos. Tal vez tuviera mucho que ver su historial a nivel de clubes.

Illya Leanidavich Aleksiyevich (Ллага Алексіевіч) solamente salió una vez de su país para jugar en la liga helena con el Panetolikos. El resto transcurrió en la Vysshaya Liga. Nació el 10 de febrero de 1991 en Zhodino, en la SSR de Bielorrusia.

No será por su preparación, ya que Ilya ya destacaba en equipos de su barrio con menos de quince años. Pronto ingresaría en el sistema juvenil del Torpedo Zhodino, equipo al que regresó hace poco y para el que juega actualmente.
Es un jugador de medio campo, un valor que abarca mucha cancha y que puede moverse tanto ofensiva como defensivamente. Es un gran recuperador de juego, un sacrificado centrocampista que luego aporta pases y goles a su equipo. Aunque de goles ande un tanto soso últimamente, bien es cierto a que puede verse afectado por la suplencia.

Acostumbrado a ser un líder en su equipo, es duro perder peso dentro del mismo cuando más se necesita confianza. Aleksievich siempre confió en sus posibilidades, y así se mostró durante los años de formación en el club de su ciudad, en el que entró a partir de 2007.

Mucho no tardaría en subir al primer equipo, ya que tras un buen año con el filial del Torpedo, el mediocampista debutaría en la categoría máxima a partir del ejercicio 2008\09. Al año siguiente tendría algo más de protagonismo en el equipo, pero la falta de oportunidades le harían cambiar de club para el ejercicio siguiente.
Ilya fichó por el Gomel en 2012, con el que tendría soberbias actuaciones en la Vysshaya Liga. Durante campaña y media sería una de las revelaciones bielorrusas, ayudando al equipo en la conquista del torneo de Copa.

Tras conquistar también la Supercopa de Bielorrusia con el Gomel, Aleksievich se incorporaría al Bate Borisov, poderoso club de su país con el que se abriría paso en la selección nacional, pues desde su llegada fue uno de los jugadores más en forma.

Con el Bate conquistó tres títulos de Liga y otras dos Supercopas. El mediocentro estuvo dos temporadas en Borisov antes de emprender su única aventura en el extranjero, dejando en la liga bielorrusa tres goles más en sus casi sesenta apariciones.
Pero a Ilya no le fue tan bien en Grecia como esperaba. Lo que en principio pensó que catapultaría su carrera acabaría dejándole estancado tras jugar solamente tres partidos con el Panetolikos en la liga griega.

Aleksievich retornaría a su país, de donde nunca más saldría. falto de confianza y perseguido por las lesiones. Sumergido en un mal fario, el pivote bielorruso concluyó la campaña 2016\17 jugando para el Shakhtyor Soligorsk, con el que hizo un gol en nueve partidos.

Las lesiones no le dejaron evolucionar. Ilyan había perdido su sitio en la selección y trató de recuperarlo con el Torpedo Zhodino, de donde había salido hace años para darse a conocer. No obstante, a Ilya parecía costarle mucho recuperar su mejor versión.
Inició una nueva temporada con el Torpedo pero su estado físico no dio tregua. Participó en nueve partidos de liga pero tuvo escasos minutos, como si hubiera vuelto a subir del equipo filial. Actualmente sigue en el club blanquinegro, y complicado parece que sea el mismo de antes.

El brasileño Hulk protege el balón ante el acoso del internacional bielorruso Aleksievich.

- Este jugador pasó por todas las secciones inferiores de la selección de Bielorrusia. Por entonces era considerado como una de las mayores promesas del país y sumó un gran número de partidos con los equipos menores.

En lo que podríamos considerar su momento de mayor auge, Aleksievich logró colarse en el equipo de mayores en 2012. Tuvo su tan ansiado debut con Bielorrusia el 14 de noviembre de 2012, en un partido amistoso contra Israel. Después jugaría ocho partidos más, hasta que en 2014, momento de su declive, dejaría de asistir a las convocatorias de la selección.

lunes, 19 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Yuri Vóynov?



- Me resulta indignante que futbolistas de este calibre pasen al ostracismo después de haber sido tan importantes o más que otros que consiguieron ganar la preciada Eurocopa. Pero para eso estamos los historiadores y páginas como UA Football (UA-Футбол), a la que hago mención por su magnífico artículo sobre este mediocampista que, junto a otros campeones, consiguieron alzarse con la primera Copa de Europa de la historia: la de Francia 1960. Este es el futbolista número 250 de Fútbol Soviético.

Yuri Nikoláevich Vóynov (Юрій Миколайович Войнов) fue un mediocentro de la Rusia Central que a lo largo de su carrera fue un ídolo para clubes como el Dynamo de Kiev, Kalinin Plant o Zenit, y que además ejerció como entrenador para infinitos clubes, la mayoría de ellos ucranianos.
No hablamos de un jugador cualquiera, sino de uno de los mejores centrocampistas en la historia de la Unión Soviética como selección. Al lado de otras glorias del fútbol ruso como Lev Yashin, Valentín Ivanov o Mikheíl Meskhi, enseñaron a otros países a ganar la Eurocopa.

- Esta leyenda del fútbol soviético nació el  29 de noviembre de 1931 en Koroliov, Óblast de Moscú (Antigua URSS). Pero se comenta que Yuri se sintió más ucraniano que otra cosa. Empezó jugando en el Kalinin Plant a finales de los años cuarenta, pero tras destacar en la liga soviética, el joven centrocampista se marcharía a un equipo de mayor prestigio, el archiconocido Zenit de San Petersburgo.
Con este club se consagraría como la estrella que era consiguiendo sus primeras convocatorias con el equipo nacional de la URSS. Por entonces era muy joven y muchos clubes rusos le seguían de cerca. A Vóynov nos lo describen como a un jugador de la medular que tenía mucho recorrido. Actuaba con el pundonor característicos de los futbolistas de aquella época y aportaba a su equipo esa calidad necesaria para dirigir el juego. Era el típico director de orquesta de toda la vida, un componente perfecto para cualquier plantilla que generaba juego mediante sensacionales movimientos, medidas asistencias y orden para el centro del campo, mucha disciplina. A veces se animaba en ataque culminando jugadas con sus tremendos cañonazos, pero lo que más llamaba la atención en su juego era la recuperación de balones.

Cuatro años estuvo Vóynov jugando para el Zenit, con el que dejaría cinco goles en casi un centenar de partidos. Su progreso fue tan sobresaliente que en poco tiempo se multiplicarían los clubes interesados en hacerse con sus servicios.

Pero el centrocampista no seguiría en la gélida Rusia. El médico le había aconsejado mudarse de ciudad debido a sus constantes problemas de salud, y es que Yuri padecía una bronquitis crónica, así que aceparía marcharse a Ucrania en 1956 para fichar por el Dynamo de Kiev.
Su marcha al fútbol ucraniano le trajo serios problemas, ya que las represalias por su marcha le costaría su participación olímpica en los Juegos de Melbourne 1956. Ante la presión mediática, el seleccionador Gavriil Kachalin tuvo que prescindir de uno de los mejores medios de la URSS, que hacía una pareja letal en el medio del campo con Igor Netto.

No obstante, ese castigo no sería eterno, o la selección soviética se quedaría sin uno de sus mejores  futbolistas a las puertas de la primera Eurocopa. De esta manera, el gran Vóynov seguiría en Ucrania, donde llegó con 24 años de edad.

Sin duda vivió los mejores años de su carrera con la escuadra del Olimpiyskiy. Allí estuvo jugando durante casi una década dejando su mejor versión como futbolista, la que también mostró durante el torneo europeo y su primer Mundial, el de Suecia en 1958. En esta competición fue mencionado en el equipo ideal por el Dr. Friedebert Becker.
Con el Dynamo se coronó campeón de la liga soviética en 1961. Fue un año espectacular en el que Yuri figuraba como uno de los veteranos del equipo, un jugador imprescindible que dio grandes tardes a la afición ucraniana.

En su larga etapa jugando para la disciplina de Kiev dejó unos números de 176 partidos en los que anotó 22 tantos. Entre su participación internacional y su experiencia como jugador de club, el pivote ruso estuvo cerca de llevarse el Balón de Oro ocupando un duodécimo lugar en el ránking.

Vóynov dejó el fútbol en 1964 para iniciar otra larga carrera como entrenador. En su historial como técnico ha dirigido a equipos como el Dynamo de Kiev, Shakhtar o Chornomorets entre otros. El 22 de abril de 2003 falleció en la capital ucraniana a los 71 años de edad, siendo arropado por el cariño de todos los aficionados al fútbol, y por supuesto los del Dynamo, que nunca se olvidarán de él.

Final de la Eurocopa de Francia 1960, con un Vóynov (a la derecha) observando una parada de Yashin.

- Seguramente muchos no sepan que este hombre representó a dos selecciones: la de la URSS y la de Ucrania, con la que compitió en la Spartakiad Pueblos de la URSS. Con la selección soviética jugó un total de 23 partidos en los que marcó dos goles.

Debutó con el "Ejército Rojo" en 1954, y tras ser privado de participar en las Olimpiadas, Vóynov sería llamado en 1959, con la Eurocopa de Francia a punto de iniciarse. Llevó tan lejos al equipo nacional que se plantaron una de las finales europeas más atractivas de la historia, teniendo que enfrentarse a la Yugoslavia de los Vidinic, Zanetic, Kostic y Milan Galic. La URSS salió victoriosa imponiéndose por 2-1 y así se llevó la primera competición de Europa en la historia del fútbol.

sábado, 17 de febrero de 2018

De cerca: Vitalijs Jagodinskis.



- Parece que hoy es el día de los defensas, y lo digo porque de forma aleatoria hoy me tocó escribir en las páginas hermanas sobre el japonés Wataru Endo y el finlandés Sauli Väisänen. Pues en Fútbol Soviético toca descubrir a Vitalijs Jagodinskis, un defensa central que pese a ser tan joven ya ha jugado para muchos equipos.
Además, este espigado zaguero no se ha cortado un pelo a la hora de viajar. Con apenas veinte años se fue a Ucrania para jugar en el Dynamo de Kiev, de donde pasó a fichar por el Diósgyőr húngaro antes de acabar en la liga rumana.

También posee una gran experiencia en lo internacional, ya que tras jugar para todas las secciones inferiores del equipo nacional de Letonia, en 2014 pudo debutar con el equipo de mayores. Vitalijs nació en Riga (Letonia), el 28 de febrero de 1992.

Se inició en la Rīgas Futbola Skola, perteneciente al Daugava Riga. Tiene unas condiciones físicas tremendas para triunfar como defensa central, que es la posición en la que juega. Mide más de un metro noventa y es todo fortaleza. Por si fuera poco, es un jugador duro como el mármol y muy limpio a la hora de sacar el balón.
Tiene la suficiente calidad como para no recurrir al patadón. Es un jugador que sabe mover la pelota y apoyarse en sus compañeros sin poner en riesgo su meta. La seguridad que derrocha con esta edad podría convertirle en un defensa importante. El tiempo dirá.

Poco tardaría en dar el paso de jugar en la Virslīga letona. Tras hacer bien las cosas en el equipo filial, Jagodinskis subió al primer equipo del Daugava Riga y debutó el 1 de agosto de 2009, participando en los noventa minutos de un choque ante el SK Blāzma, el cual concluyó con una clara derrota de 3-0.

Es por ello que el zaguero no acabaría la temporada 2009\10 en Arkādija, puesto que el Jūrmala se hizo con sus servicios para hacerle debutar nada más incorporarse al equipo. Con el conjunto azulón jugaría durante tres campañas, sumando a su historial otros 51 partidos.
Sus buenas actuaciones llamaron la atención a través de las fronteras, razón por la que Vitalijs se trasladó a Ucrania para emprender su primera aventura en el extranjero al incorporarse al histórico Dynamo de Kiev en enero de 2012, al que no llegaría solo, ya que con él se iría su compañero Valerijs Sabala.

Firmó un contrato a largo plazo y se preparó para debutar en la liga ucraniana. No obstante, el joven letón pasaría a jugar para el segundo equipo, y su debut debería esperar hasta el 14 de julio de 2013, día en el que tuvo unos minutos ante el Desna Chernihiv.

Durante sus años como jugador del Dynamo también estuvo cedido en el Hoverla Uzhhorod, donde tuvo dos buenas temporadas que le llevaron a ganarse un puesto en el equipo nacional absoluto de Letonia. En 2016 abandonaría el país vecino para alejarse un poquito y aterrizar en Hungría, donde ficharía por el Diósgyőri VTK.
En la liga magiar jugó durante la campaña 2016\17. En este equipo no gozó de mucho protagonismo pese a lucir un gran juego en sus escasas oportunidades, y eso le llevó a abandonar la entidad húngara en el verano.

Jagodinskis se marchó a otro país. Llegó a Rumanía para unirse al Politehnica Iaşi, con el que ya ha debutado en la liga rumana dejando buenas impresiones sobre el verde. Aún tiene tiempo para llamar la atención de otros clubes de mayor renombre.

Vitalijs Jagodinskis durante una de sus apariciones con la selección de Letonia.

- Desde 2008 empezó a conocer el fútbol internacional jugando para la sección Sub-17 del equipo letón. Jagodinskis siguió jugando para las divisiones menores e incluso llegó a ejercer de capitán en más de una ocasión. Una vez demostrada su calidad en Ucrania, el defensor capitalino logró subir al primer equipo de la selección letona.

Vitalijs debutó el 14 de agosto de 2013 en un partido amistoso frente a Estonia. A partir de entonces se convirtió en un habitual de las convocatorias, llegando a sumar hasta la fecha dieciocho partidos con el combinado báltico.

jueves, 15 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Liivo Leetma?



- Volvamos a la zona más escandinava de todas las naciones ex-soviéticas, esa fría Estonia en la que a veces descubrimos futbolistas de un talento asombroso. Pero hoy no vamos a descubrir nada, sino a recordar. Nuestro protagonista se llama Liivo Leetma, un mediocentro de carácter defensivo que representó a la selección estoniana en 36 ocasiones.

A nivel de clubes ha desarrollado una carrera un tanto inestable, cambiando de equipo cada dos por tres. Traspasó la frontera un par de veces, ambas para jugar en la Veikkausliiga finesa. Defendió los intereses de KooTeePee y Grankulla.
En lo que a la Meistriliiga se refiere, Leetma ha jugado para muchos equipos, aunque muchos de ellos de la capital de Tallin. Viljandi Tulevik, Paide, Flora, Tallinna Kalev, Nõmme Kalju... Se podría decir que este centrocampista se casó con muchas mujeres con tal de disfrutar del fútbol, de ahí que su carrera fuera tan inestable.

De todos modos, ya desde sus inicios consiguió llamar la atención, y por ello empezó a representar a la selección nacional desde bien joven. Nació en Kose, una ciudad al norte de Estonia muy cercana a la capital (20 de enero de 1977).

No es que fuera precisamente un fuera de serie, pero su sencillez y sacrificio en el juego le hizo durar como futbolista. Manejaba el balón como si fuera muy fácil, y eso le permitía no perder muchos balones. Es más, su labor era recuperarlos.
Además de defender como centrocampista, también lo hacía como central. En muchas ocasiones se le ha visto jugar en defensa, pues esta especie de Jason Statham estoniano era duro como el acero. Su juego agresivo le hacía destacar en labores defensivas, pero también sabía crear juego, por lo que muchas veces lo mejor era ubicarlo como organizador.

Empezó jugando muy cerca de su localidad, ingresando a mediados de los noventa en el JK Tervis Pärnu, con el que debutaría en la máxima categoría estoniana. Jugó sus primeros partidos en la Meistriliiga y ya al año siguiente cambiaría de aires.

Firmó por el Lelle en 1996. Allí jugó media temporada para hacer su primer tanto como profesional. La razón por la que no duraría mucho en esta entidad, no era otra que el insistente interés del Flora de Tallin, que se llevó al jugador para concluir la campaña jugando nueve partidos más y añadiendo otro gol a su cuenta personal.
Tras jugar un año en el Viljandi Tulevik ficharía por el Levadia, donde haría una temporada espectacular que le abriría las puertas de la selección. Durante el curso 98\99 marcó cinco goles en sus 25 apariciones.

Sin establecerse en ningún club, Liivo continuó cambiando de aires, primero para jugar en el Paide JK, y luego en el F.C. TVMK Tallin, donde permaneció tres años a muy buen nivel, participando en casi un centenar de partidos.

En 2005 llegaría su primera excursión al extranjero. Se plantó en el país vecino de Finlandia para comprometerse con el KooTeePee, y parece que no le fue mal en la Veikkausliiga, ya que se asentó en la titularidad y tuvo muy buenas actuaciones durante su único año en el "KTP".
Antes de volver al fútbol finés, Leetma volvió a jugar brevemente para el TVMK Tallin, de donde pasó directamente al Tallinna Kalev, aunque allí no le fue muy bien. Después ingresó en el Nõmme Kalju, y de ahí al Paide Linnameeskond, donde haría escala antes de vivir una segunda etapa en tierras escandinavas.

Leetma jugó en el Grankulla IFK finlandés y posteriormente retornó a su país para jugar sus últimos partidos con el Paide. En 2015 anunciaría su retirada del fútbol tras una larguísima carrera en la que jugó para infinitos equipos.

En sus más de diez años como internacional, Leetma jugó 36 veces para la selección de Estonia.

- Durante ocho años tuvo el honor de representar a una renacida selección de Estonia, a la cual representó en un total de 36 partidos sin contar, eso sí, los que jugó como miembro de las diferentes secciones inferiores.

Nunca hizo goles como internacional, aunque sí tuvo magníficas actuaciones para el combinado norteño. Su debut se produjo el 25 de mayo de 1996 y de ahí seguiría acudiendo a más citas internacionales hasta que en 2006 dejaría de ser convocado. Así concluye una experiencia internacional de más de diez años.

miércoles, 14 de febrero de 2018

De cerca: Zurab Tsiskaridze.



- Solamente tuvo dos apariciones internacionales y llegaron en su fase veterana, a partir de 2016. Es normal si tenemos en cuenta que Zurab apenas ha competido en Europa, y fue en ese momento cuando el seleccionador Vladimír Weiss lo convocó para debutar con la selección nacional de Georgia.
El haberse criado lejos de su país natal le llevó a jugar en muchos países diferentes. De iniciarse en los Estados Unidos, pasó a jugar en Brasil, Canadá, Rusia, Suecia, Francia, Polonia, Tailandia y la República Checa. Vamos, que ha jugado en tres de los cinco continentes.

Fácilmente hubiera podido figurar en la página asociada de Fútbol Major si este jugador hubiera sido convocado por el combinado de los Estados Unidos al residir allí, pero finalmente representó a su país natal.

Zurab Tsiskaridze (ზურაბ ცისკარიძე) nació en la capital georgiana de Tbilisi el 8 de septiembre de 1986. Cuando cayó el telón de acero se trasladó a los Estados Unidos, donde trató de hacer una vida normal recibiendo la ciudadanía estadounidense.
Tsiskaridze es lo mas parecido a Gravesen que he visto nunca. Es duro, un perro de presa, todo músculo y muy eficaz en las tareas del centro del  campo. A lo largo de su carrera ha desempeñado varias funciones, como central e incluso lateral izquierdo. Finalmente se consagró como un gran defensa que ha pasado por muchísimos clubes dejando su huella de compromiso y profesionalidad.

Durante su juventud asistió a la escuela secundaria de McLean, en Virginia. Allí empezó a destacar como futbolista hasta que decidió marcharse a Brasil para debutar como profesional con la Asociaçao Atlética Internacional. También jugó en el Barueri.

Otros clubes en los que se formó como futbolista fueron dos clubes polacos en los que estuvo entre finales y comienzos del nuevo siglo, el Agrykola Warszawa y Legia Varsovia. Antes de regresar a tierras americanas haría escala en Francia para jugar en el Sète.
Zurab el trotamundos volvería a su país de origen para jugar en el Miami F.C., y siguió compitiendo en la MLS con los Vancouver Whitecaps y Montreal Impact, dos clubes muy conocidos por tierras canadienses.

Parece que su carrera se había convertido más en una vuelta al mundo que en otra cosa. A raíz de su regreso al continente americano empezaría a viajar para acabar jugando en Europa. Pasó por Rusia, donde jugó para el Amkar Perm, luego se fue a Suecia y conoció la Allsvenskan con el Jönköping, y de ahí pasó a jugar en Tailandia, donde defendió los intereses del Bangkok Glass.

Después de un año en su aventura exótica por tierras asiáticas, Tsiskaridze volvió a Norteamérica para jugar en el San Antonio Scorpions, donde estuvo media temporada antes de regresar a Europa para fichar por el FK Teplice.
Fue en la liga checa cuando consiguió llamar la atención del seleccionador georgiano Weiss, por lo que durante aquel curso 2016\17 debutaría con el equipo nacional. En lo que a su etapa con el Teplice se refiere, Zurab participó en once partidos.

Siempre incansable en sus viajes, el zaguero georgiano regresó otra vez a Suecia para incorporarse al Eskilstuna, equipo en el que se halla actualmente sin descartar conocer otras ligas durante el tramo final de su carrera deportiva. Viendo el historial de este jugador, me da por pensar de que tanta odisea es por una apuesta. Me parece un caso único el de Tsiskaridze.

Sin jugar en ningún club georgiano, Tsiskaridze consiguió jugar para la selección nacional. 

- Es curioso, pero donde nunca ha jugado a nivel de clubes como profesional es en su tierra natal. Zurab Tsiskaridze no contó con la oportunidad de representar a la selección georgiana hasta que cumplió los treinta años de edad.

El 3 de junio de 2016 pudo debutar ante la selección de Suecia, y el seleccionador volvió a requerir la presencia del veterano zaguero para afrontar otro partido amistoso, esta vez frente a la ex-campeona del mundo, la selección española. Esas fueron sus dos únicas apariciones con la selección de Georgia, aunque no deberíamos descartar otra convocatoria más de este incansable viajero.

martes, 13 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Dainius Gleveckas?



- No fue un pionero de la selección lituana pero bien pudo serlo. Vivió los duros tiempos del cambio soviético y entró a formar parte de ese nuevo país báltico llamado Lituana, a cuya selección representó en 35 ocasiones sin la necesidad de haber pasado por las categorías. Además debutó siendo bastante joven, con apenas veinte años.
Este zaguero desarrolló su carrera deportiva entre su país natal y Ucrania, llegando a vestir las camisetas de tres equipos diferentes: Shakhtar Donetsk, Ekranas e Illichivets. En total fueron 268 partidos y 26 goles anotados en su larga carrera profesional.

Dainius Gleveckas (Дайнюс Глевецкас en cirílico ruso) nació el 5 de marzo de 1977 en Panevėžys (SSR Lituania). Sus primeros pasos los dio en equipos amateurs de su ciudad hasta entrar en la academia deportiva del equipo más importante de Panevėžys, el F.K. Ekranas, donde empezó a tomarse muy en serio el fútbol.

Por entonces el Ekranas no era un equipo tan importante como lo fue en su segunda etapa, tras jugar en Ucrania para el Shakhtar Donetsk. Dainius guarda muy buen recuerdo de su periodo allí, donde aprendió a competir a un alto nivel que hasta entonces desconocía. Si ya era buen futbolista como juvenil, más lo fue durante su etapa en la A-Lyga.
Era una clase de jugador distinto, un defensa central con mucha elegancia y de toque espectacular. Tenía buena salida de balón y no solía recurrir a la dureza para robar balones a los rivales. Podía jugar  tanto a un lado como al otro del eje de la zaga.

Durante cinco campañas en el Ekranas supo hacer de sí mismo una figura importante en la liga lituana, de tal manera que en su segundo año como profesional ya fue llamado para debutar con la selección nacional de Lituania.

Muchos clubes de la Europa del Este se fijaron en él, sobre todo porque demostró ser uno de los defensas más poderosos de la liga lituana. Abandonaría el club de su ciudad tras cinco magníficas campañas en las que participó en 79 partidos, y por cierto, demostró ser muy goleador al anotar  doce goles pese a jugar abajo.
Fue el Shakhtar Donetsk el equipo que se llevaría al joven central báltico. En esta entidad llegaría a sentirse bastante importante y, como no, muy querido por el respetable del Olimpiyskiy, pues allí pasaría cuatro años de su vida dejando muy buenas sensaciones.

En Donetsk no fue tan goleador, pero aún queda en la memoria de muchos el gol que le hizo al Sparta de Praga en un partido de la fase de grupos en la Liga de Campeones. Dainius dio un salto de vértigo en un saque de esquina para rematar de forma impecable con un cabezazo que ayudaría en la primera victoria del conjunto minero de aquella edición 2000\01 de la cotizada Champions League.

Gleveckas siempre se mostró muy profesional con el Shakhtar, un equipo al que siempre sigue pese a estar ya retirado de la actividad deportiva. En su estancia como jugador del club de Olimpiyskiy dejó más de sesenta apariciones en la que convirtió tres goles, uno de ellos el ya citado frente a la escuadra checa.

Aún no llegaría el momento de retornar a casa y el defensa lituano seguiría en el país vecino jugando para el Illichivets. Sin embargo allí no tendría tanta suerte, ya que las lesiones le acosaron una y otra vez y eso le privó de pasar de la decena de partidos en la liga ucraniana.
Entonces sí, Gleveckas hizo las maletas y regresó a su país para volver a vestir los colores de un Ekranas muy cambiado que había ganado tres títulos de liga en los años anteriores. Con 30 años quiso darle otra oportunidad al fútbol y aguantó hasta cumplir casi los 35. En 2012 decidió colgar las botas.

Dainius Gleveckas durante una de sus apariciones con la selección de Lituania.

- Quizás si hubiera jugado con otra selección como Rusia o Ucrania hubiera aumentado su fama, pero ya desde joven recibió la invitación de la selección lituana y el zaguero no se lo pensó. A partir de 1997 empezaría a asistir a sus primeros entrenamientos con el equipo nacional absoluto sin llegar a jugar para las divisiones menores.

Hasta 2003 siguió jugando para Lituania, cumpliendo con 35 partidos internacionales en las que nunca pudo registrar un gol. Fueron las malditas lesiones las que le impidieron mantener su papel internacional, pues desde que jugó para el Illichivets no volvió a jugar para el combinado lituano.

domingo, 11 de febrero de 2018

De cerca: Maksym Malyshev.



- A este jugador tuve la oportunidad de verle en acción el año pasado, cuando su Shakhtar Donetsk se enfrentó al Real Club Celta en la fase de grupos de la Europa League. La verdad es que aquel equipo no nos lo puso nada fácil, y jugadores como Malyshev son los que le dan identidad a esta clase de clubes que con el tiempo se van convirtiendo en grandes.
Pero este centrocampista no solo ha jugado para el Shakhtar, ya que durante dos campañas jugó cedido en el Zorya Luhansk, otro club ucraniano al que hemos podido ver este año en la mismísima Europa League, en la que se enfrentó a otro español, el Athletic de Bilbao.

Hablamos de Maksym Vasylyovych Malyshev (Максим Васильович Малишев), un joven mediocampista que nació el 24 de diciembre de 1992 en Donetsk (Ucrania). Seguramente muchos ya sepáis quien es, sobre todo en los últimos años, cuando ya ha conseguido acudir a sus primeras citas con la elección absoluta de Ucrania.

Por lo que he visto de este jugador en más de una ocasión, se trata de un mediocentro defensivo con bastante potencial físico, un incansable talento de la medular que mete más kilómetros que un camionero para recuperar balones y reiniciar el juego.
Me consta que siendo más joven fue utilizado como volante e incluso por la banda derecha. Esa es otra, este jugador tiene una diestra impresionante, ya que lanza unos potentes disparos que pone en aprietos hasta al mejor portero. Desde que juega para la selección absoluta su crecimiento deportivo es exagerado y apunta maneras para poder jugar en ligas más potentes.

Sin embargo es difícil ver a jugadores ucranianos salir de su país si no es para jugar en las mejores ligas del mundo, y tal vez sea ese el caso de Maksym, un chaval con desparpajo sobre el césped y calidad de sobra que seguramente haya tenido sobre la mesa alguna oferta para salir al extranjero.

Lleva jugando para el Shakhtar Donetsk desde que es un niño. En su ciudad nació, se crió y se convirtió en futbolista profesional. Entre 2005 y 2009 se estuvo formando en las secciones menores de este prestigioso club ucraniano que lleva años sorprendiendo por las competiciones europeas. En 2009 firmó su primer contrato profesional, pero para jugar en el filial.
En ese mismo año tuvo la oportunidad de debutar en la Primera División ucraniana, pero desde el cuerpo técnico decidieron que Malyshev debería seguir formándose en el equipo juvenil, ya que aún tenía diecisiete años y estaba muy verde.

Malyshev fue ganándose una buena fama en el filial, pero no lo suficiente como para establecerse en la primera plantilla. Entonces se optó por la cesión a un equipo de la categoría máxima, y el Zorya Luhansk se ofrecería para tenerlo en su plantilla, contando con los servicios del jugador a partir del mes de febrero de 2013.

Con el equipo de Slavutych ganó experiencia y confianza a medida que iba jugando sus primeros partidos con los juveniles de la selección de Ucrania. El joven mediocampista participó en más de 1.400 minutos y dejó tres tantos en su cesión de año y medio con el Zorya. En 2015 se reincorporaría a su club de origen.
El 19 de julio de 2015 jugaría su primer partido completo con el Shakhtar, en el partido inaugural de liga ante el Oleksandriya. Malyshev se ganó la titularidad desde el principio y en poco tiempo se convertiría en el capitán del equipo pese a su juventud, aunque la razón no fue otra que la ausencia de Darjo Srna por lesión.

Aún así, el joven se ganó la confianza del entrenador y se erigió como una de las revelaciones de la liga. El 2016 fue un año mágico para él, ya que  recibió la llamada del seleccionador Mykhaylo Fomenko para empezar a formar parte del equipo absoluto ucraniano.

El debut de Malyshev con la selección absoluta de Ucrania llegó en marzo de 2016.

- Como ya he dicho, la experiencia internacional de Malyshev se inició en 2013, y en ese mismo año completaría varios partidos. Después concursó en la Copa del Mundo Juvenil que tuvo lugar en Nueva Zelanda, allá por el mes de junio de 2015.

Tras su cesión en el Zorya vendrían los mejores momentos para el medio ucraniano, que sería citado por Fomenko en el verano de 2015, con motivo de un partido amistoso ante Georgia que finalmente no jugaría. Su debut llegó el 24 de marzo de 2016, en un amigable ante Chipre que acabó con victoria ucraniana por 1-0. Poco a poco va sumando más internacionalidades.

viernes, 9 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Imants Bleidelis?



- Valioso alero letón que llegó a jugar en la liga inglesa pese a fracasar en su intento por adaptarse. Además de probar suerte con el Southampton, compitió en la Superliga danesa como jugador del Viborg, donde tuvo más protagonismo. Jugó en la Bundesliga austriaca con el Grazer y el resto de su carrera transcurrió en la competición letona.
Imants Bleidelis se retiró como futbolista en 2008, pero aún figura en el cuarto puesto de jugadores que más veces se han calzado la zamarra grana con Letonia, además de ser uno de sus máximos goleadores con diez tantos.

Nació en la capital del país, en Riga, el 16 de agosto de 1975. Es sin duda uno de los mejores futbolistas que se han visto por todo el Báltico en los últimos años, un as de la historia del Skonto, club con el que se hartó a coleccionar títulos en el mejor momento de su carrera.

Esta clase de jugadores son los que más me gustan, un todoterreno del centro del campo capaz de actuar por la medular como volante o en banda, principalmente por la derecha. En el carril sabía desempeñarse como interior, extremo e incluso lateral defensivo, pero cuanto más arriba jugaba más útiles eran sus servicios.
Técnico, rápido, inteligente y muy vertical, Imants era un jugador "muy a la europea". Me explico, esta clase de centrocampista es de los que ya saben manejar el balón a su antojo anticipándose a cada jugada. Yo a esto lo llamaría "fútbol robotizado".

Con clase y muchas ganas, Bleidelis acabó llegando bien pronto a la fase profesional. Lo hizo tras formarse adecuadamente en el sistema juvenil del Skonto, llegando al primer equipo en 1992, con apenas diecisiete años.

Debutó en la recién creada Virslīga para obtener así sus primeros títulos en la alta competición letona. Sin embargo solo tuvo una aparición liguera durante el curso 92\93, siendo cedido al final del mismo a un equipo de la capital llamado Interskonto.
Tras un año de préstamo en el que tuvo algo más de protagonismo, el mediocampista regresó a su entidad de origen para hacerse con la titularidad en poco tiempo. En su estancia como jugador del Skonto logró participar en 128 partidos y marcó 24 goles, además de completar un palmarés colectivo de seis Ligas y cuatro Copas de Letonia.

Ya con cartel internacional y un gran prestigio en su país, Bleidelis fue seguido de cerca por varios clubes de otras ligas más destacadas. Definitivamente optó por aceptar la atractiva propuesta del Southampton, por lo que a finales de los noventa se trasladó a Inglaterra.

Bleidelis no tuvo mucha suerte en su primera experiencia como extranjero. Ganas no le faltaron para triunfar, pero sí opciones. Conoció la Premier League con la escuadra de Hampshire, pero en esta competición solamente tendría dos apariciones en las que apenas pudo lucir ese talento que tanto le hizo brillar en sus anteriores equipos.
Al Southampton llegó avalado por su compañero de selección Marians Pahars, quien tuvo mayor éxito en la liga inglesa. Imants pasó tres años casi en blanco hasta que en 2002 prefirió abandonar el club rojiblanco.

Tras su fracaso en tierras británicas jugaría para el Viborg en la Superliga danesa. Allí pasó tres temporadas desplegando un buen fútbol y participando en un total de 55 partidos en los que marcó seis tantos.

Imants jugó también en la liga austriaca como miembro del Grazer AK, con el que también pudo lucir su clase durante casi una treintena de partidos. En 2006 retornó a Letonia para jugar en el FK Jūrmala, donde apenas terminó la temporada 2006\07.
Con el Liepājas Metalurgs conquistó su último título al hacerse con la Copa Báltica. Manejó el timón de un equipo que en aquel curso 2007\08 fue subcampeón de la Virslīga, pero al final del mismo decidió colgar las botas.

Los 106 partidos de Bleidelis le colocan como el cuarto jugador con más partidos de la selección letona.

- Bleidelis forma parte de la mejor generación de futbolistas en la historia del fútbol letón. En la selección compartió vestuario con hombres como Maris Verpakovskis, Aleksandrs Kolinko o el ya citado Pahars. Juntos vivieron el único evento importante disputado por la selección de Letonia, la Eurocopa de Portugal 2004.

En su experiencia internacional jugó un total de 106 partidos en los que marcó diez goles, números que le han convertido en uno de los futbolistas más importantes de un equipo nacional que renació tras la secesión soviética.

viernes, 2 de febrero de 2018

De cerca: Sergei Zenjov.



- La calidad que atesora a este jugador le ha llevado a ser uno de los futbolistas más importantes que han salido de la fábrica estoniana en los últimos tiempos. Es por ello que ya conoce la Premier League -de su paso por el Blackpool- y también ha jugado en otros países como Polonia, Rusia o Ucrania. También ha jugado en la liga azerí.
Como es de esperar, a este jugador de perfil atacante no le falta experiencia internacional. Ha competido con las secciones menores de la selección de Estonia hasta que dio el salto al primer equipo en 2008, con el que ya se acerca a las setenta apariciones internacionales.

Sergei Zenjov nació en la ciudad de Pärnu (Estonia), el 20 de abril de 1989. En el club local de esa ciudad empezó a respirar el verdadero ambiente de la sal del fútbol, y ya desde muy joven mostraría ese talento que le llevó a ser una figura del fútbol en su país.

No va a ser una leyenda del fútbol, evidentemente. Sin embargo, a este futbolista nunca le olvidarán en su propio país, ya que es considerado como uno de los mejores jugadores que han competido en la Meistriliiga (liga de fútbol de Estonia).
Es un jugador que podría ocupar cualquier posición de ataque. Zenjov puede desempeñarse en banda como extremo derecho o izquierdo, así como también puede actuar en punta o como segundo delantero. Además de mucho gol, es un atacante que sabe hacer asistencias increíbles y tiene una visión de juego asombrosa.

En el Pärnu se dio a conocer mientras era entrenado por Juri Ivanov. Debutó como profesional jugando para el filial de este equipo, el Pärnu Pataljon. Poco después vendría su debut en la Meistriliiga, el 8 de marzo de 2006. Aquel día tuvo minutos en un partido frente al Vaprus y ya marcó su primer gol como profesional.

Tras 19 partidos en los que marcó 27 goles, Sergei fue fichado precisamente por el Vaprus, equipo en el que también estaría poco tiempo demostrando un olfato goleador alucinante. Habiendo marcado ocho goles más en la primera división estoniana, el delantero se incorporaría al TVMK Tallinn, donde estuvo una temporada.
Sus números ya eran exagerados, pues marcó otros 17 goles en 34 partidos y eso sería suficiente como para debutar con el equipo absoluto de Estonia. Entonces le llegarían las primeras ofertas para abandonar el país.

Se fue a Ucrania para firmar por el Karpaty Lviv, equipo al que defendería durante seis campañas. Allí cumplió con 137 partidos de liga en los que anotó 21 tantos, y ya en 2014 abandonaría la entidad de los Cárpatos después de demostrar un fútbol espectacular.

Desde Inglaterra llegaron ofertas, concretamente del Blackpool F.C. Zenjov no se lo pensó y se fue a cumplir el sueño de competir en una de las mejores ligas europeas, y el estoniano pudo hacerlo cumpliendo con doce participaciones, aunque nunca pudo hacer gol.
Tras su breve estancia en la liga inglesa, Sergei viajó a Rusia para incorporarse al Torpedo Moscú. Allí acabó el ejercicio 2014\15 participando en diez partidos muy irregulares, algo que le conduciría a probar suerte en otros lares.

Zenjov se marchó a Azerbaiyán para fichar por el Gabala, club al que defendió durante dos campañas recuperando su mejor nivel. Otra vez volvería a llamar la atención de numerosos clubes, así que el jugador se atrevería a viajar a Polonia para fichar por el KS Cracovia, entidad a la que representa actualmente.

Sergei Zenjov lleva 64 partidos internacionales y ya ha marcado trece goles.

- Sergei Zenjov es actualmente uno de los mejores futbolistas de la selección estoniana, y ya lleva acumuladas 64 partidos internacionales en los que ha marcado trece goles. Anteriormente estuvo jugando para las secciones menores del equipo nacional, con los que tuvo unos números de 17 partidos y tres goles.

Hizo su debut internacional para la Estonia de mayores el 20 de agosto de 2008, en una victoria local de 2-1 sobre Malta en un amistoso. Aún le quedan unos añitos de fútbol para poder acercarse al centenar de partidos con el combinado báltico.

jueves, 1 de febrero de 2018

¿Te acuerdas de Anatoli Ilyin?



- Es posible que muchos no hayáis sabido mucho sobre esta figura del fútbol soviético que, entre otras cosas, fue famoso por haber marcado el primer gol de la cotizadísima Eurocopa, existente desde 1960 cuando se celebró su primera edición en Francia y la cual cayó a favor de la poderosa Unión Soviética.

Anatoli Mikhaylovich Ilyin (Анатолий Михайлович Ильин) formó parte de aquel histórico escuadrón en el que se hallaban conocidos nombres como el de Lev Yashin, Yuri Voinov o Valentin Bubukin, entre otros.
El 28 de Septiembre de 1958 sería un día marcado por la historia en la célebre competición. El atacante ruso fue gran protagonista de un cruce de octavos entre la URSS y Hungría. Anatoli hizo el primer gol en el estadio Olímpico Luzhniki de Moscú, el cual sirvió para ganar al combinado magiar por 3-1. Aquel sería el preludio de la primera conquista continental para la extinta Unión Soviética.

Ilyin nació en la capital rusa de Moscú el 27 de junio de 1931. Practicó fútbol entre las décadas de los cuarenta y sesenta, llegando a convertirse con el paso del tiempo en uno de los mejores futbolistas que se han visto defendiendo los colores del Spartak de Moscú.

Tal vez pocos recuerden su nombre, pero el también conocido como "El delantero de oro",  pero fue un ícono del fútbol en la Unión Soviética, y especialmente en el Spartak durante la década de los años cincuenta. Los rojiblancos le deben gran parte de su reputación a Ilyin, quien anotó muchos goles importantes as lo largo de su carrera.
Muchos lo describieron como un delantero de gran movilidad, goleador, tenaz y con mucho temperamento. Además era un gran pasador y un perfecto compañero de ataque que sabía buscar huecos imposibles en el área rival.

Su historia deportiva comienza en el Pischevik Moscú, allá por 1945. Después de jugar para un famoso equipo del Parque Gorky, el joven delantero moscovita jugó para este equipo dirigido por los ex-jugadores del Spartak Ivan Ryjov y Gabriel Putshivin.

En su primer año como juvenil demostró haber nacido para jugar al fútbol, y ya decidió completar su formación en las filas del Trudovye Rezervy, entidad destacada de Moscú en la que estuvo por dos temporadas, hasta 1948. En este equipo estuvo jugando como centrocampista ofensivo hasta que ingresó en el Spartak de Moscú, donde pasaría a ser delantero.
Al año siguiente entraría a formar parte del Spartak, al que dedicaría el resto de su carrera, es decir, trece años de grandes servicios ofrecidos al club de su vida. Tras destacar en la sección juvenil, a la de unos meses ya entraría a formar parte del equipo de mayores.

A partir de la década de los cincuenta empezaría su etapa dorada como futbolista. Además de sumar sus primeros goles, Ilyin empezaría a ser convocado por la selección soviética, con la que ya participaría los Juegos Olímpicos de 1952 en Helsinki. Por desgracia, el joven talento se lesionaría y no podría participar más que en el primer partido frente a Bulgaria.

El atacante se recuperó para seguir haciendo historia con el Spartak, conquistando cinco Ligas y una Copa, además de ser subcampeones en otras dos ediciones del campeonato liguero. En lo personal, Anatoli se alzó con los trofeos de máximo goleador en los años 1954 y 1958, con once y veinte goles respectivamente.
Participó en 224 partidos como jugador del equipo de Otkrytie y le dedicó 83 goles hasta que en 1962 decidió colgar las botas. El 10 de febrero de 2016 nos dejó para siempre falleciendo en una Rusia separada de todos aquellos países con los que formó la Unión Soviética a la que él defendió.

Como jugador mostró siempre a sus compañeros que era un hombre amistoso, servicial y desinteresado a pesar del entorno competitivo en el que se encontraba. A veces quizás era demasiado bueno. Así lo dijo uno de sus mejores compañeros, su socio de vestuario Nikita Simonyan.

El primer gol en la historia de la Eurocopa lo marcó el delantero Anatoli Ilyin, al que vemos en la imagen.

- Además de ser el primer goleador en la historia de una Eurocopa (Francia 1960), Anatoli Ilyin compitió en los Juegos de Helsinki 1952 y los de Australia 1956, en los que la escuadra roja consiguió alzarse con el título de campeona. También tuvo apariciones en la Copa del Mundo 1958 celebrada en Suecia.

En total jugó 31 partidos internacionales con la selección de la URSS, dejando dieciséis goles que le convirtieron en uno de los mejores delanteros de todos los tiempos. Siempre será recordado como ese "Delantero de Oro" que hizo el primer gol de un torneo europeo conquistado por el glorioso equipo soviético.



¿Te acuerdas de Ruslan Rotan?

- Hasta no hace mucho, Rotan era el tercer hombre con más partidos de la historia de la selección ucraniana, hasta que Andriy Pyatov y  And...