¿Te acuerdas de Igor Drobolvoski?

- A muchos nos puede sonar por su estancia en España, primero como jugador del Castellón, y luego por ser una de las mayores decepciones en la historia del Atlético de Madrid, aunque tampoco es que el equipo andase muy fino por entonces. Drobolvoski es uno de los mayores trotamundos del fútbol soviético, ya que en muchas ligas, la italiana y la alemana entre otras.

Igor Ivanovich Dobrovolski (Игорь Иванович Добровольский) fue una de las mayores perlas salidas del fútbol de la Europa del Este en la década de los ochenta. Jugaba como centrocampista ofensivo, aunque también era muy útil jugando ligeramente más atrasado.
Era muy bueno a balón parado, tenía gol, pase y regate. Era un jugador con talento especial, una especie de estrella soviética que llegó a jugar para tres selecciones diferentes. Primero se dio a conocer con la extinta Unión Soviética, posteriormente vivió el breve periodo de existencia de la CEI y continuó jugando para la selección rusa.

Y es que el de Igor fue uno de los casos más extraños de una nación en vías de extinción. Era de sangre moldava y tenía la nacionalidad rusa, pero realmente nació el 27 de agosto de 1967 en una localidad ucraniana llamada Markovo (Óblast de Odessa ).

Dio sus primeros pasos en el fútbol moldavo, en una escuela deportiva denominada  Tiraspol Children and Youth Sport School N4. En 1984 se incorporó al Nistru Chişinău, club con el que empezó a sorprender haciendo trece goles en apenas treinta apariciones.
Sus inicios balompédicos despertaron el interés de los directivos del Dinamo de Moscú, disciplina a la que se incorporaría en 1986 para sorprender a muchos por su espectacular forma de jugar al fútbol. Tal era su calidad, que muchos le llegaron a considerar como uno de los mejores jugadores del mundo en los inicios de la década de los noventa.

Dobrovolski venía de participar en los Juegos Olímpicos de Seúl 88 con la selección de la URSS, de conquistar la Eurocopa juvenil y con el cartel de mejor futbolista soviético cuando salió del país para aterrizar en España y así fichar por el Castellón.

Se estrenó en la Liga Española el 27 de enero de 1991, en una clara derrota por 0-3 contra el Madrid de Hugo Sánchez y la denominada "Quinta del Buitre". En su primer paso por España dejó tres goles, aunque el Castellón acabó perdiendo la categoría al final del curso 90\91.
Después se fue a Suiza para fichar por el Servette. Dobrovolski tuvo una muy buena campaña en la liga helvética antes de marcharse a Italia para incorporarse al Genoa, donde solamente estuvo media temporada.

También probó suerte en la liga francesa jugando para el Olympique de Marsella, pero allí no gozaría de mucho protagonismo. Volvió al Dinamo de Moscú en 1993 y una vez más dejaría claras muestras de su buen fútbol. Es por esa razón por la que el mediocampista acabaría retornando a España, esta vez para fichar por un grande.

Igor Dobrovolski llegó a Madrid para darse una segunda oportunidad en la mejor liga del mundo. Lo cierto es que aquel Atlético no acertaba mucho en sus fichajes por entonces y el ruso fue una de las pruebas más fehacientes.
Con el equipo de Manzanares jugó un total de diecinueve partidos y dejó un gol que sirvió para ganar por los pelos al Sporting de Gijón. Al final de la campaña 1994\95 abandonó el club rojiblanco sin haber sorprendido como tantos esperaban.

Quiso probar también en la Bundesliga alemana y lo hizo como miembro del Fortuna Düsseldorf. Allí estuvo tres años ofreciendo su mejor versión hasta que en 1999 se marchó para aparecer en Moldavia. Entonces despidió su carrera como futbolista en el Tiligul Tiraspol, equipo al que a la postre dirigiría como entrenador.

A lo largo de su carrera internacional, Dobrovolski jugó un total de 47 partidos en los que hizo diez goles.

- Además de llegar a jugar en tres selecciones diferentes, Dobrovolski siempre será recordado por ser el único futbolista en poder marcar un gol con el momentáneo combinado del CEI en la Eurocopa de Suecia 92. Compitió con la URSS en las Olimpiadas de Seúl y posteriormente acudió al Mundial de Italia 90.

Tras la desmembración de la Unión Soviética pasó a jugar para la nueva selección rusa, con la cual jugó a partir de la extinción del CEI. Con Rusia jugó la Euro de Inglaterra en 1996 y sumó un total de 47 apariciones internacionales entre todas las selecciones que representó.