jueves, 28 de noviembre de 2019

¿Te acuerdas de Vits Rimkus?



- Ha militado en numerosos equipos, y es que este delantero letón se retiró hace tres años, cuando ya tenía 43 primaveras. Ha pasado por Alemania, Suiza, Chipre, Rusia y la vecina Lituania, y evidentemente jugó para varios equipos de su país.
Dejó huella de su faceta goleadora hasta en su último club, el Skonto de Riga, para el que hizo trece dianas en diecinueve partidos. Este es el dato más increíble que llegó a jugar para otros clubes como el Nürnberg, Rostov, Erzgebirge Aue, Winterthur, Ventspils, Ekranas y Jūrmala, entre otros.

Sobre todo os sonará su cara por el histórico año en el que la selección de Letonia participó en su primera Eurocopa, la de Portugal 2004. Vīts o Vitas Rimkus compitió en aquel torneo internacional y cerró su internacionalidad con 73 partidos y 11 goles.

A pesar de que nos acostumbramos a escuchar el nombre de Maris Verpakovskis, ya que fue uno de los atacantes letones más destacados de los últimos tiempos. No obstante, Rimkus es un delantero con mucho gol, ganador de dos trofeos de máximo realizador en la Virslīga.
Por lo que he leído y lo poco que he visto, este ariete de complexión fuerte, rápido astuto y con mucho gol, era un punta con mucho peligro, un eficaz goleador que todo lo que pasaba por sus botas acababa en las redes del rival. Tenía un disparo potente, preciso y en el juego aéreo era imparable.

Rimkus nació el 21 de junio de 1973 en la capital letona de Riga, donde se crió jugando al fútbol en una Unión Soviética a punto de vivir la histórica secesión. A comienzos de los noventa daría el salto al primer equipo del Pārdaugava, con el que debutaría como profesional.

Con apenas veinte años debuta en la recién creada Virslīga, en la que tuvo catorce apariciones e hizo sus dos primeros goles. Al año siguiente ficha por el DAG Rīga, hasta que un año después se compromete con el Amstrig, otro equipo de su ciudad donde muestra mayor eficacia como goleador.
Entonces llegó su momento de auge deportivo, en el que ya debuta con la selección absoluta de Letonia y empieza a jugar fuera de su país. La primera opción para abandonar Letonia sería la liga suiza, donde le aguardaba el F.C. Winterthur a mediados de los noventa.

Ocho goles llegó a marcar en diez partidos, lo que hizo que el histórico Nürnberg se fijase en él. Por entonces en la Bundesliga 2, Rimkus se hallaría en un equipo en el que no tendría muchas oportunidades, lo que le obligó a salir cedido a otro club germano, el Erzgebirge Aue.

Tras no hacer goles con su último equipo, Vits decidiría retornar a su país para fichar por el Skonto, club que por entonces era reconocido en las competiciones europeas. Allí volvería a demostrar su olfato goleador al convertir once tantos en una quincena de partidos, por lo que muchos ojeadores volverían a fijarse en él.
El atacante báltico seguiría en su país, esta vez para jugar en el Valmiera y después en el Ventspils. En este último jugó por tres temporadas y transformó setenta goles en cien apariciones de la Virslīga, en la que quedó dos veces como máximo goleador.

Llegó el momento de acudir a la Eurocopa, momento histórico en su país, aunque sin mayor trascendencia por su participación. Rimkus tuvo varias ofertas para volver a dejar Letonia atrás, sin embargo no se iría muy lejos, ya que el Rostov ruso sería su siguiente destino. Allí no le iría muy bien, y en menos de un año retornaría al Ventspils.

Como internacional, Vits Rimkus disputó un total de 73 partidos en los que hizo 11 tantos.

- Aún tuvo tiempo de completar su carrera jugando en varios equipos más. De jugar en Lituania con el Ekranas regresó a su país para representar al Jūrmala, Spartaks, Gulbene y Olaine, y de ahí volvió al Skonto, con el que a pesar de seguir demostrando que tenía gol, decidió poner fin en su carrera en 2016, a sus 43 años.

Como internacional pasó trece años representando a la selección de Letonia, debutando en 1995 y acudiendo a la Eurocopa de Portugal 2004, en la que el combinado báltico no pasó de la fase de grupos. Sus números son de 11 goles en 73 partidos.

martes, 26 de noviembre de 2019

De cerca: Artem Dzyuba.



- De casi impronunciable nombre, Artem Sergeyevich Dzyuba o Artiom Dziuba (Артём Сергеевич Дзюба) fue una de las sensaciones de ese Mundial que vivimos en 2018. Con su selección como anfitriona, este delantero a la vieja usanza empezó siendo carne de banquillo hasta que hizo su primer tanto en el torneo frente a Arabia Saudí.
Tres goles llegó a marcar Dzyuba en la Copa del Mundo, ese gigantón con cierto parecido a Javier Bardem que nunca salió de su país natal para jugar al fútbol. Invitaciones recibió para competir en las grandes ligas, pero sigue en Rusia.

Hasta ahora ha jugado para equipos como el Spartak de Moscú, Tom Tomsk, Rostov, Zenit de San Petersburgo y Arsenal Tula. En el último se halla actualmente. De momento no hay oferta que haya seducido al delantero ruso, que es uno de los mejores goleadores de la liga rusa.

Dzyuba celebra un gol en el Mundial de Rusia.
- Pudo elegir selección, ya que su madre es rusa, pero su padre es de origen ucraniano, de una ciudad llamada Poltava por donde pasa el río Vorskla. Artem nació el 22 de agosto de 1988 en la capital rusa de Moscú, cuando esta era capital de la antigua Unión Soviética. Resulta curioso que este jugador cumpla los años el mismo día que uno de los últimos cracks rusos que yo haya visto: Aleksandr Mostovoi.
Pero Dzyuba juega en otra posición. Juega arriba, como delantero. Es el típico puro nueve que se está perdiendo con el fútbol moderno, un tanque de guerra de casi dos metros (1´96) que se caracteriza por un buen juego de espaldas, poderío en el juego aéreo y voraz de cara al gol. De joven probó en otras posiciones, incluso en la del ya citado Mostovoi, pero con el paso del tiempo, todos vieron en él una gran amenaza dentro del área pequeña. Ya se demostró en el Mundial pasado, y es que Dzyuba es todo un incordio para las defensas rivales. Es muy duro, aguerrido y letal cerca del marco contrario. El combinado nacional ruso supo aprovechar todas sus virtudes en el torneo más cotizado del balompié.

Tiene ya 31 años y una amplia experiencia en la Premier rusa. El Spartak de Moscú marcó sus primeros pasos. En el prestigioso club capitalino inició su carrera juvenil hasta debutar en la temporada 2006\07.

Sin sitio en el primer equipo, Dzyuba fue carne de cesión para otros clubes de la liga rusa, siendo su primer destino fuera de la capital el Tom Tomsk. En este equipo siberiano permaneció a modo de préstamo dos temporadas y marcó sus primeros goles importantes.
Artem retornó a Moscú para darse otra oportunidad con el Spartak. Entonces aprovechó sus oportunidades todo lo que pudo, pero aún no se ganaría la continuidad en el cuadro de Otkrytie, por lo que volvería a ser cedido.

Su siguiente destino sería el Rostov, equipo para el que mostró su faceta más goleadora en la campaña 2013\14. El ariete moscovita destacaría en la máxima división rusa haciendo diecisiete goles y seguiría cedido allí media temporada más.

En 2015 quedaría desvinculado totalmente del Spartak de Moscú. Habiendo hecho 26 dianas en 126 partidos, Dzyuba prefirió otear otros horizontes en clubes con los que alcanzar mayor protagonismo, y por eso fichó por el Zenit de San Petersburgo.
Con el Zenit explotó como gran goleador, algo que le serviría para colarse en la lista de Stanislav Cherchesov para participar en el Mundial de Rusia. Hasta entonces, el tanque de Moscú habría marcado 47 tantos en 115 apariciones con el Zenit.

En el pasado Mundial de Rusia 2018, Artem Dzyuba llegó a marcar tres tantos. 

- Era el momento de convencer a su país a base de goles, y Artem Dzyuba aprovecharía sus primeros minutos ante la selección de Arabia Saudí para hacer su primer gol mundialista. El moscovita realizaría un gran papel en el Mundial de Rusia, marcando dos tantos más ante Egipto y España. El delantero ruso escuchó ofertas de otros clubes, aunque finalmente seguiría en la Premier rusa.

El 31 de enero de 2018 ya se había comprometido con el Arsenal Tula, donde hizo sus goles antes de regresar al Zenit en lo que se considera su mejor momento futbolístico. Sus números internacionales son de 42 partidos y 24 goles.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿Te acuerdas de Aleksandre Chivadze?



- Es uno de los orgullos del pasado para los georgianos, un duro y técnico defensor que cumple con los simples requisitos de un "One Club Man" al desarrollar toda su carrera en el Dinamo Tbilisi, para el que conquistó Liga y Copa soviética y la Copa de la UEFA entre los años setenta y ochenta.

Destacar en Tbilisi le sirvió para llegar a la increíble selección soviética de aquellos años en los que nos encontramos grandes futbolistas como Anatoliy Demyanenko, Sergej Baltacha, Igor Belánov, Gennadi Litóvchenko y Rinat Dassaev, entre otros.
Hablamos de futbolistas que hoy pertenecen a otros países, regiones que hace más de dos décadas pertenecían a la extensísima URSS. Aquella selección daba auténtico miedo, competitiva, dura, rápida y ordenada. Nuestro protagonista era el guardián de Dassaev junto a Volodymyr Bessonov, Morozov y el ya citado Demyanenko. Eran defensas fuertes y atléticos.

Unos ucranianos, otros lituanos, armenios, estonianos, letones... Aleksandre Gabrielis dze Chivadze (ალექსანდრე გაბრიელის ძე ჩივაძე) es de origen georgiano, cuyo nombre en ruso era Alexander Gabrielovich Chivadze (Александр Чивадзе).

Él nació en Klukhori, territorio ruso de la región de Stavropol (URSS), el 8 de abril de 1955. Su padre era de origen georgiano, por lo que la familia se trasladó a Georgia cuando Aleksandre tenía apenas quince años.
Mientras ayudaba a su padre en una panadería que tenía en el distrito georgiano de Nakhalovka, en sus ratos libres aprovechaba para jugar con sus amigos en los parques de Tbilisi, hasta que un día quiso tomarse en serio el deporte.

Con la mayoría de edad recién cumplida, Chivadze entraría a formar parte del club más importante de la ciudad natal de su progenitor, el Dinamo Tbilisi. A partir de 1974, el zaguero de Klukhori comenzaría a jugar para las secciones menores, llegando pronto al primer equipo ocupando la posición de mediocentro defensivo.

Pero fue Nodar Akhalkatsi quien quiso probar al joven como defensa central. A partir de 1978, el técnico del Dinamo le convirtió en una especie de Franz Beckenbauer para aprovechar su agilidad y dureza en posiciones más retrasadas.
De esta manera, Chivadze se convirtió en todo un muro soviético que no tardaría en sorprender al seleccionador nacional. Aquel muchacho espigado de bigote poblado empezaría a hacer historia, lo que sirvió para tener sus primeras citas internacionales con la Unión Soviética.

En el Dinamo Tbilisi pasó toda su carrera. Pese a contar con ofertas para abandonar el club georgiano, Aleksandre prefirió permanecer en el club de su vida casi quince años, llegando a ser un jugador fundamental, su capitán y clave para ayudar en la conquista de varios títulos, como una Liga soviética (1978), dos Copas (1976 y 1979) y la Copa de la UEFA (1981).

Así como lo hizo con el Dinamo de Tbilisi, Aleksandre Chivadze llegó a capitanear a la Unión Soviética. 

- Las lesiones lastraron el tramo final de su carrera, de tal manera, que el capitán del Dinamo publicaría su decisión de dejar el fútbol en 1987, justo después de un partido de competición europea frente al Werder Bremen alemán. Posteriormente iniciaría su carrera en los banquillos, llegando a hacerse cargo de la selección georgiana y sus equipos menores.

Pero como jugador representó a la extinta Unión Soviética, produciéndose su debut el 6 de marzo de 1980 en un partido contra Bulgaria. Dos años después, Valeri Lobanovski lo incluiría en la expedición que viajaría a España para disputar el Mundial de 1982. También llegó a participar en México 86, completando su trayectoria internacional con 48 partidos y 3 tantos. En algunos partidos, Aleksandre Chivadze llegó a capitanear a la poderosa selección de la URSS.

¿Te acuerdas de Ruslan Rotan?

- Hasta no hace mucho, Rotan era el tercer hombre con más partidos de la historia de la selección ucraniana, hasta que Andriy Pyatov y  And...