- En Polonia, Rumanía y su Letonia natal, este defensa central ha completado una carrera en la que ha jugado para una docena de equipos diferentes, y en todos ellos ha sabido dejar su huella de profesionalidad. Su mayor reto fue el Dínamo de Bucarest, aunque por allí no le fue como esperaba.
Tampoco es que haya tenido una carrera internacional muy extensa, pero al menos llegó a intervenir en más de veinte partidos con la selección de Letonia. Desde luego, no se hizo muy famoso por su currículo internacional.
Poco conocido es su nombre para aquellos que sigan este deporte en sus más altos niveles, e incluso su apellido nos podría recordar a una marca de vodka, que por cierto, es muy típica por estos países. Se llama Māris Smirnovs y nació el 2 de junio de 1976 en Daugavpils, una ciudad ubicada al sudeste de Letonia.
Su carrera comienza a principios de la década de los noventa en plena secesión soviética. Maris ingresó en las filas del Dinaburg F.C., y allí obtuvo formación hasta que daría el salto a la competición letona, aunque ya fuera del club.
De apariencia física intimidante, este defensa central era todo un maestro en el duro arte de defender. Era de los que se partían la cara por el balón, un muro defensivo que no dejaba respirar a los delanteros en sus sólidos marcajes. Tuvo una etapa muy goleadora con el Ventspils, donde pasó cuatro años de su carrera.
Tras concluir su preparación en el Dinaburg, Smirnovs debutó en la nueva liga letona con el Vilan-D, con el que participó en dieciséis partidos durante el curso 1995\96. Entonces regresaría al Dinaburg, aunque su retorno sería breve, pues en 1997 ficharía por el mejor equipo de su ciudad.
Con el Daugavpils Lokomotīve no tendría mucho éxito, motivo por el que volvería a su anterior club solamente de paso, pues a finales de la década se iría al Valmiera FK. Posteriormente llegarían los mejores años de su carrera, cuando se incorporó al Ventspils.
Durante cuatro años se perfiló como uno de los mejores zagueros de la Virslīga, participando en más de un centenar de partidos en los que registraría catorce tantos. Lo mejor vendría en sus últimos años de contrato, en los que además de estar a punto de ganar la Liga, el equipo consiguió hacerse con dos títulos de Copa.
Sus buenas actuaciones con el Ventspils le valieron para debutar con la selección de Letonia, al mismo tiempo que ya se planteaba vivir sus primeras aventuras fuera del país, razón por la que aceptó la oferta del Vronku, donde fracasaría de forma estrepitosa en la liga polaca.
Smirnovs no se rendiría porque su primera salida al extranjero saliese negativa. Después de destacar nuevamente en la Virslīga con el F.C. Daugava, desde Rumanía le llegaría la oportunidad de unirse al histórico Dinamo de Bucarest.
En la competición rumana le iría aún peor. Maris solamente jugaría un partido durante su estancia de medio año en el conjunto de Bucarest, puesto que el resto de la temporada 2006\07 la pasó jugando en el Jūrmala, con el que marcaría un gol en quince apariciones.
Volvería a la Ekstraklasa polaca para jugar en el Górnik Zabrze, con el que sí llegaría a destacar apareciendo en casi una treintena de encuentros. En 2009 retornaría a la disciplina del Ventspils. Allí tendría escasas opciones y se marcharía al F.C. Tranzit, con el que definitivamente colgaría las botas en 2011.
Maris Smirnovs durante una de sus apariciones con el equipo nacional de Letonia. |
- La verdad es que no puedo deciros mucho sobre la experiencia internacional de Maris Smirnovs. Desde luego que acabaría antes mostrando sus números con la selección de Letonia, que desde que debutó para ella en 2004 jugó un total de veintidós partidos en los que nunca pudo hacer gol.
Ni participó en Eurocopas, ni mucho menos llegó a hacerlo en un Mundial. ya que esta selección nunca ha participado en tal evento desde su reaparición. Todas sus apariciones internacionales han sido interviniendo en partidos amistosos, clasificatorios o en la Copa Báltica. A partir de 2006 se caería de las convocatorias.
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