De cerca: Alexander Lobanov.

- Seguimos defendiendo la portería con otro guardameta, pero esta vez de Uzbekistán. Es Alexander Lobanov (Александр Лобанов), un hombre que ya ha alcanzado varias internacionalidades con el equipo nacional de Uzbekistán y que ha jugado en clubes kazajos, iranís y uzbecos.
De carácter un poco alocado, Alexander es una mole de metro noventa que por alto es contundente. Se hace respetar en el terreno de juego y en el vestuario y posee unos reflejos extraordinarios, aunque a veces falle en las salidas. En el uno contra uno suele fallar y tiene cierta habilidad para taponar penaltis.

Sus padres son de origen ruso, pero como se trasladaron a Uzbekistán en los años ochenta, allí tuvieron al pequeño Alexander, que nació en Tashkent el 4 de enero de 1986. Es por ello que sorprende ver a un jugador de rasgos caucásicos en una selección en la que predominan jugadores de perfil oriental.

Sus comienzos se forjaron en las secciones menores del Sogdiana Jizzakh, en el que finalizó su carrera juvenil para subir al primer equipo en 2005. En su primer año como profesional participó en 25 partidos y su nivel fue tan alto que pronto contaría con varias ofertas sobre la mesa.
Es por ello que en 2006 saldría por vez primera de su país natal. Lobanov se incorporó al Kaisar, un destacado club kazajo en el que solamente estuvo media campaña. Aún así demostró sus mejores cualidades en dieciocho partidos de la Superliga Kazakh.

Después de otra corta temporada jugando en Kazajistán para el Akzhayik, Lobanov regresó a su país natal para formar filas en el F.C. Bukhara. El meta uzbeco no encontraba el papel deseado, siempre ocupando una plaza en el banquillo a la espera de una oportunidad que le consagrase en la titularidad. Con el club de Bukhara no pudo ser, y tan solo disputó cuatro partidos de liga.

En 2009 firmó por el Orol Nukus, con el que seguiría en la misma línea de segundo portero. Así estuvo dos temporadas antes de fichar por el Pakhtakor en 2012. Con este destacada escuadra de la liga uzbeca conseguiría su anhelado objetivo. Alexander trabajó duro para hacerse con la titularidad y al final fue una de las principales bazas para que el Pakhtakor conquistase tres ligas.
Las alegrías vinieron acompañadas, ya que Lobanov fue llamado por el seleccionador de Uzbekistán para vivir sus primeras citas internacionales. Con el conjunto de Tashkent estuvo cuatro temporadas en las que superó el centenar de partidos.

En 2016 abandonó el Pakhtakor para probar suerte en Irán como nuevo fichaje del Persépolis. Sin embargo no duraría mucho en este equipo, retornando meses después al Pakhtakor, club para el que sigue jugando actualmente. Ya como guardameta veterano, a Lobanov solo le queda recuperar su protagonismo internacional.

Lobanov salta a por un balón en medio de un partido internacional con el combinado uzbeco 

- La verdad es que Alexander Lobanov ha tenido varias citaciones para formar parte del combinado uzbeco, aunque en pocas ocasiones ha conseguido jugar. De momento se le ha visto en diecinueve partidos internacionales, y es probable que le volvamos a ver jugando para Uzbekistán.

Hizo su debut oficial para la selección nacional un 3 de septiembre de 2015, en un encuentro de clasificación para la Copa Mundial de Rusia 2018 contra Yemen. El sueño de Lobanov, al igual que el de muchos de sus compañeros, es poder participar en el torneo internacional del país vecino, algo que ya se antoja muy complicado.